El niño del jardín y el niño de los campos
Siguiendo las órdenes del Patriarca, Albafica está esperando en el puerto, cerca de un bote, hasta que su guía llega.
Albafica: ¿Un desastre tan terrible que el Patriarca teme que ocurra? ¡Esto es probablemente obra del ejército de Hades!
Pefko: ¡Ah! ¡Señor Albafica!
Pefko corre hacia Albafica, pero el santo lo esquiva rápidamente. El muchacho se tropieza y cae.
Albafica: ¡Te dije que no me tocaras, Pefko!
Pefko: oh, ¡Perdón, Perdón ¡ es que estaba tan feliz de verlo que se me olvidó!
Albafica: No puede ser…¿tu eres el guía de quien el patriarca hablaba?
Pefko confirma: Sí! Señor Albafica! ¿Recuerda mi nombre? ¡Wow, eso me hace muy feliz!
El bote parte, Pefko está sentado con las piernas sentadas, a una buena distancia de Albafica quien está viendo el océano.
Pefko, ¡eh, a esta distancia puedo quedarme junto a usted, verdad!
Albafica: Ayer …fuiste perseguido por espectros después de dejar tu isla. Por lo que escuché, es una isla pacífica donde plantas medicinales crecen en abundancia. Y parece que un hombre llamado Luco es capaz de curar a quien sea, como un dios. ¿Por qué dejaste semejante Isla para venir al Santuario? ¿qué pasó?
Pefko: Primero pensé que venía de mí porque soy un poco estúpido. Pero el olor del viento y la tierra cambiaron de pronto y las plantas se marchitaron. Y un tipo de plantas que yo jamás había visto comenzó a crecer por todas partes. Y luego en la noche, los espectros que me persiguieron ayer, rondaban la isla. Pero nadie me creyó, ¡todos pensaron que estaba mintiendo! Y todos ellos actuaban muy raro…me asusté y entonces…¡el maestro Luco también se volvió extraño!
Albafica: ¿Incluso Luco? ¿Cómo lo sabes?
Pefko: ¡Yo lo sé! Porque…¡porque es el maestro que cuidó de mí después de que me abandonaron! Me adoptó luego de encontrarme llorando en medio de un campo de hierbas medicinales, siempre me felicitaba cuando regresaba lleno de lodo después de cuidar las plantas…y sin embargo…
Albafica: (Ya veo, él también fue abandonado)
Albafica recuerda como él también fue abandonado antes de ser rescatado por Lugonis en el pasado.
De repente el barco se ve atrapado en medio de fuertes corrientes y se dirige a una gran roca. La tripulación se asusta, piensan que se estrellarán. Albafica salta a la proa.
Pefko: ¿señor Albafica , qué…?
Albafica: Me molestaría no poder llegar a la isla, quiero conocer a tu maestro Luco.
Albafica destruye las rocas con sus Rosas Piraña mientras Pefko lo anima.
Albafica sonríe.
Y aquí está la isla del curandero, con este peligroso remolino natural. En efecto hay una estrella siniestra sobre esta isla. ¡Algo está allí…!
Pefko y Albafica llegan a la isla.
Albafica: Muchos enfermos y heridos en el camino a la montaña…¿están aquí por Luco?
Pefko: Sí, todos vienen para obtener plantas de mi maestro Luco, ¡y recientemente el número ha crecido!
Albafica: Parece hacer honor a su reputación…Luco…el hombre que puede curar todo…¿qué tipo de persona es?
Pefko: ¡Ah! ¡Ese es mi maestro!
Luco: Ah, tú eres la persona enviada por el Santuario. Mi nombre es Luco. Veo que mi torpe discípulo te condujo hasta aquí
Albafica, sorprendido: ¿L®ugonis, mi maestro?
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